Si bien se mantiene la salida en Barcelona, bajo un marco incomparable como es la catedral de la ciudad condal, a los tramos de los últimos años se les da la vuelta como si de una tortilla se tratase.
El viernes tras realizar ya el ritual del shakedown el jueves, esta vez sobre asfalto, los pilotos recorrerán los tramos de Querol, Montmell y Riudecanyes, todos ellos con la noche ya caída, y con el "donut" del pasado año en la última especial, prohibido perdérselo. El sábado, jornada íntegra en asfalto con Riudecanyes a una pasada, El Priorat y Colledejou a dos, y la super especial del pasado año en Salou, con alguna zona de asfalto y alguna de tierra.
Una hora y media de asistencia, y cambio de configuraciones de los coches, que pasarán a montar suspensiones y neumáticos de tierra para la jornada final, el domingo.
Gandesa, Pesells y Terra Alta darán por finalizada la prueba, que como siempre nos sorprende año tras año con sus novedades.
Esperemos que sigan así por mucho tiempo, como lo que son, la mejor prueba del Mundial.
Aquí tenéis el documento que la organización ha difundido para comentarnos esas novedades:
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